8m, día de la mujer trabajadora: NADA QUE CELEBRAR

mireia_salviaYo no celebro el 8 de marzo. Y os aseguro que soy mujer todos los días, incluso hoy.

NO CELEBRO el trabajo asalariado, bajo control y mordida estatal.

NO CELEBRO tener que trabajar. Menos aún tener doble jornada, dentro y fuera.

NO CELEBRO que la dignidad se mida €n cifra$ barrada$.

Me niego a celebrar que mi valía se cifre en productividad mercantilista.

No celebro no sé qué liberación femenina en estos tiempos de TIRANÍA absoluta, cuando la razón fuerte de tal artimaña no fue otra que enrolarnos en las maquinarias del poder (¿No fue patrocinada la «liberación femenina» por los rockefeller de turno?).

No celebro que el Estado (nunca electo) tenga más potestad que yo sobre mis hijos.

Que la escolarización obligatoria de nuestros niños en centros de adoctrinamiento entorpezca fieramente la transmisión amorosa y libre de otras maneras de vivir.

No celebro el feminismo contrarevolucionario de paternalismo estatal ni sus falsos cantos de sirena.

No celebro las leyes de violencia de género actuales, que separan a los iguales, hombres y mujeres, induciéndolos a una guerra estúpida de géneros que impide que visualicemos al verdadero Leviatán.

Así que, por favor, no me pongáis florecitas ni corazoncitos en el FB.

Prefiero las de verdad, bien arraigadas en tierra.

Elena

corazonhuella

Nota de Abajolatirania:                                                                                         Nos hemos tomado la libertad de reproducir el texto de arriba, publicado por una usuaria de facebook, por estar en completa sintonía con lo que pensamos de estas «celebraciones» y «liberaciones» promovidas institucionalmente por el capitalismo y el Estado. A su autora, Elena, y a todas las mujeres que han de estar codo con codo, como compañeras e iguales de los hombres, contra el régimen de tiranía impuesto, les dedicamos esta imagen encontrada en un muro de Madrid, con la esperanza de que sigamos, junt@s, las huellas del corazón.

8 pensamientos en “8m, día de la mujer trabajadora: NADA QUE CELEBRAR

  1. Es lamentable estar así a estas alturas. No hay un único y simple Leviatán ni un único y simple dilema. ¿Cuánto de este tosco mensaje «anti-antisistema-oficial» no sería, y de hecho es, aún más fácilmente integrado? ¿Cuál de las dos caricaturas es con diferencia la más reaccionaria en el contexto vigente? Criticar sin matices las leyes de género o la escolarización -¿por qué no también la sanidad, las jubilaciones o el subsidio del paro?-, como si fueran meras tretas del poder ajenas a las luchas históricas de las de abajo y no supusieran ningún avance para ellas, como si estuviera sin más garantizado que la emancipación avanzara si no existieran, es una barbaridad por no decir un insulto a quienes han padecido, padecen y -por desgracia hoy día creciente- padecerán su ausencia. De la falacia estatolátrica a la estatofóbica. Cada vez que escucho estos simplismos dicotómicos oigo las risas al unísono de Esperanza Aguirre y Toni Cantó. Y me asombra y entristece ver que gente cercana, buena, sensible e inteligente parezca caer en semejante juego.

  2. Querido José Luis, ya que soy acusada de escribir un mensaje «anti-antisistema oficial», te expongo aquí algunos argumentos que creo aclararán el sentido de mi primera intervención. Mi pretensión era formular, muy telegráficamente, ciertas asociaciones en mi mente, fruto de una reflexión personal y de vivencias experimentadas en carne propia sobre determinados asuntos que rodean al tema de lo «femenino», sin menoscabar, ningunear ni olvidar la importancia que han tenido las «luchas históricas desde abajo». En absoluto. Sin embargo, creo que la manera en que viene impuesta la cuestión de género actualmente está, más bien, sugerida e impuesta «desde arriba».
    El Leviatán, querido José Luis, tiene innumerables cabezas…. pero un mismo tronco que las sustenta. Las estructuras estatales (NO ELECTAS, vuelvo a repetir) que padecemos son liberticidas, injustas, y antidemocráticas, y perpetúan aquello que pretenden erradicar.
    Una cabeza del Leviatán establece (sin concurrencia ni debate libre popular) una ley de violencia de género. Otra cabeza cierra los ojos ante la red de prostíbulos establecida a lo largo y ancho del país. Una cabeza del Leviatán hace normativa de ley «como manifestación de la discriminación y situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres» mientras las normativas que afectan al trabajo asalariado hacen imposible esto, y además provocan que sea también imposible la tan cacareada «conciliación familiar». Una cabeza del leviatán nos canta que Todos somos iguales ante la ley, mientras otra cabeza impone tasas judiciales menoscabando a los colectivos más débiles o cuela una ley de excepción, como lo es la ley integral de violencia de género, donde cautelarmente se trata a la parte maltratadora (identificada por los masivos medios de comunicación como MACHISTAS!!!!) previamente y antes de que se demuestre lo contrario, como culpable. Gracias a la tan bienintencionada ley integral, las estadísticas proporcionadas por los informes que regularmente emite el Consejo General del Poder Judicial (en un contexto antidemocrático donde no hay efectiva separación de poderes), y que están al alcance del estudio de todos, tenemos lo siguiente:

    CASOS DE MUERTES VIOLENTAS (2002-2007) POR VIOLENCIA DEOMÉSTICA Y DE GÉNERO:

    2002: 68 casos
    2003: 103
    2004: 100
    2005: 90
    2006: 91
    2007: 118

    Las cifras indican que, tal y como está formulada la ley, esta no ayuda a disminuir el nº de casos a lo largo del período de aplicación y recibiendo, además, subvenciones millonarias de la UE.
    La pregunta es ¿Por qué sucede esto? ¿No estará quizás mal planteado el asunto? ¿Por qué si alguien intenta hacer una crítica a la normativa actual (no a las intenciones que supuestamente la amparan), es tachado también de machista, antidemócrata, primitivista y no sé cuántos feos apelativos. La policía del pensamiento impide disentir en todo o en parte sobre estas cuestiones.
    En los casos de violencia doméstica producidos en 2007, por ejemplo y tomando como base la fuente mencionada antes, hubo un 16,10% de fallecidos hombres frente a un 83,90% de fallecidas mujeres, pero entre estas la relación familir respecto al agresor es variada: hijas, madres, hermanas, hijastras, etc. y no solo parejas, así que el argumento de que LA CAUSA es el machismo intrínseco de la sociedad española, del hombre en particular, cae por su propio peso. Hay en 2007 un 12,8% de agresoras mujeres, y en los telediarios jamás se las acusa de VIOLENCIA FEMINISTA, pues sería un disparate. Los datos estadísticos, además, sustraen de nuestro conocimiento las causas alegadas por agresor, por lo que identificarlas a todas ellas con machismo es de una simplonería absoluta.
    En 2007, además, las vístimas que renunciaron a la continuación del procedimiento judicial ascendió al 43,4% y el archivo de actuaciones sumó la cifra de un 52,2%. ¿Qué revelan estos datos? Que cada cual saque sus propias conclusiones. Animo a todos a que se lean los extensos informes.

    Respecto a la educación, considero un abuso y un despropósito la escolarización OBLIGATORIA, orientada esta, además, a fines mercantilistas. Si una madre o padre quieren otorgarle otro tipo de educación a sus hijos, serán perseguidos por una inquisición feroz, además de que estos niños tendrán imposibilitado el acceso a la mayoría de puestos de trabajo por el control que se establece mediante las titulaciones. El tan feminista e igualitario Estado, mientras nos llena los oídos con cantos de sirenas, permite y financia con dinero público educaciones religiosas que son claramente y desde hace siglos feminicidas. ¿Cómo explicar que esto suceda a la par que se lleva a cabo la susodicha ley integral?????
    La escuela es pública en su financiación, pero, no nos engañemos: ni tu ni yo, José Luis, pintamos nada ni nada podemos decidir acerca de cómo querríamos que una educación pública educara a nuestros hijos. Público es sinónimo de ESTATAL, no seamos inocentes, y no de acción y bien común. Tenemos el usufructo de lo que el Estado no electo nos proporciona. La propiedad de los bienes públicos es estatal (así como sus normativas, ejecuciones, etc.), y solo el usufructo es general a los habitantes del Estado y en este caso, además, OBLIGATORIO. Otro disparate más.
    En fin, podría extenderme muchísimo acerca de estas cuestiones, pero para no aburriros, lo dejo aquí, de momento.
    Un abrazo,
    Elena

  3. Querida Elena, gracias por tu respuesta. No son distintas cabezas con un mismo tronco. Por mucho que se entremezclen patriarcado, estado y capital (por limitarnos sólo a tres instancias) son distintos troncos con relativa interdependencia en fluctuante equilibrio. El patriarcado es una realidad sociocultural de carácter estructural (mientras el machismo sería su correlato actitudinal individual) que trasciende los parámetros formales del estado. Por ello resiste el cambio a pesar de las leyes (sin las cuales apenas se inmutaría). Ignoro de dónde sacas que sólo afecta a las relaciones de pareja en vez de a toda relación de género. Su principal vehículo de transmisión concreto no es el estado sino la familia, donde acontece un adoctrinamiento que ríete tú del estatal. Si el estado no es democrático (cosa que no es cierta 100%) habrá que luchar por democratizarlo, no contribuir a su actual desmantelamiento neoliberal en clamorosa carencia de alternativas reales para la mayoría. El problema no es criticar al estado o lo que sea, sino desde qué sesgo se formulan esas críticas y qué rol concreto juegan en el delicado panorama sociopolítico vigente. Por lo demás por mi parte ningún problema. El problema lo tiene mucha gente a la que este tipo de mensajes creo que no ayudan, y como lo creo lo digo y argumento igual que otros argumentan en sentido contrario. Abrazos.

  4. Patriarcado, Estado y capital forman una unidad compacta. Tal es así, que unos se alimentan y crecen con los otros. Se codeterminan mutuamente. Es más, sin la creación de grandes Estados no hubiera sido posible acumular tan gran capital, mal distribuirlo en tan pocas manos ni que el poder coercitivo del estado (que permite que esto se perpetúe) llegue tan lejos, inundando cada vez más ámbitos que tienen que ver con la libertad individual, «privada». Abrazos.

    • Estamos de acuerdo siempre y cuando maticemos lo de «compacta». Siempre hay dialéctica entre estas instancias y nunca acontece la subsunción plena de unas sobre otras.

  5. Os dejo aquí un fragmento de una reflexión que me parece interesante. Lo encontraréis en el blog: http://www.glayiu.org/algo-huele-a-podrido-en-el-8-de.html

    «Algo en mi condición humana me provoca el sonrojo cuando le pido al gobierno, cuando le exijo al Estado. Que vienen los fachas, y entonces la cadena es más corta. Que vienen los progres, y entonces la cadena se nos alarga. Pero siempre, siempre somos perras con cadena. Perras Yorkshire, cuando en realidad debiéramos ser lobas.

    Estoy un pelín hasta el coño del 8 de marzo. Y más aún del 25 de noviembre. Y del primero de mayo. Y de todo el santoral anual con que los Estados han ido poquito a poco canalizando y amansando nuestras ansias luchadoras. El día del SIDA, el día de la infancia, el día del refugiado, el día del vino de Cangas y el día de los oricios en salmuera. Días aprobados por la ONU, la UNESCO, la OTAN y toda su raza*. Yo hoy no celebro, tampoco me manifiesto. Algo huele a podrido en todo esto. No sé explicitarlo muy bien, pero me da pudor ver carteles estatales celebrando mi femineidad.

    ¿Que tengo yo en una mani que pedir qué?, ¿que no me recorten más en igualdad? ¿A quién decís que se lo pido? ¿Al Estado?, ¿vestidita de lila? No, algo huele a podrido en todo esto. Algo en mi fuero interno me hace sentir ridícula. Es un sentimiento nuevo, que soy feminista, y he ido a muchas manis, pero alguien se ha cagado, ha dejado un zurullo muy gordo y un tufo a Sección Femenina asola el país en estos días del santoral estatal. Con todo el respeto, compañeras, compañeros, pero sospecho que llegan tiempos en los que va a tocar otra cosa. ¿Soy yo sola?, ¿no os pasa algo parecido?, ¿no os empiezan a truñir ya estos días? No me digáis que «es que es un día superimportante, un día para salir a la calle». Creo que la cosa exige algo más profundo… no sé qué… estoy perdida, sólo olisqueo algo nuevo en el horizonte, pero no sé qué es. Construir, más que reivindicar. En las plataformas feministas se nos va mucha energía organizando 8 de marzos y 25 de noviembres y sospecho que esa energía deberíamos gastarla de otra manera…»
    http://www.glayiu.org/algo-huele-a-podrido-en-el-8-de.html

    • Temo que el texto, del cual lo más claro es la argumentacion final de Durán, confunde gravemente la virtuosa actitud paternal (o maternal, tanto da aquí la metáfora) con la excesiva, opresora y paralizante del paternalismo, presuponiendo que toda ayuda o injerencia entra directamente en el campo de lo segundo, así como una concepción de la autonomía humana ilusoriamente individualista en las antípodas de cualquier comunitarismo. Hay ayudas que, lejos de fomentar la dependencia, son condición de posibilidad de mayor autonomía, y eso ocurre tanto si vienen del Estado como de la familia, de los amigos o de Rita la Cantaora. El Estado, por su parte, es un entramado complejo, un campo de batalla que refleja las dinámicas del conflicto social y donde se entremezclan ambos tipos de ayudas. Pero el empecinamiento estatofóbico identifica unas con otras y resulta, en el actual contexto de reestructuración neoliberal del aparato estatal, incomparablemente más peligroso que su espejo estatolátrico.

  6. Pingback: Lo que no celabraron algunas mujeres el 8-M | Psicosofía

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