Video sobre la vida en Lakabe, un pueblo al norte de Navarra, totalmente autosostenible, rehabilitado por un grupo de personas que allá por los años 80 decidieron irse a vivir una experiencia autogestionaria, al margen del Estado y el capital y de sus formas de opresión y sometimiento: especialmente, el trabajo asalariado. Os ponemos este video como inspiración y como ejemplo de que otras opciones son posibles, y sobre todo ahora que tantos jóvenes no encuentran su primer trabajo, y tantos adultos han quedado en paro, hay alternativas aparte de la protesta y la mera queja porque el poder ya no nos ofrezca sus migajas, sea en forma de trabajo, de subsidio o de limosna. Hay que atreverse porque, como dicen en el video, somos capaces de hacer muchas más cosas de las que creemos.
De forma muy discreta y con un aislamiento voluntario, Lakabe nació en los años 80 cuando unas personas lo encontraron por casualidad buscando cabras perdidas y decidieron okuparlo y rehabilitarlo.
Nadie creyó en ellos y en su aventura de reconstruir y dar vida a uno de tantos pueblos que fueron despoblados en los años 50-60, con presiones externas para generar más mano de obra en las ciudades y con los cantos de sirenas de la felicidad urbana del consumo. Pero consiguieron mucho más que levantar piedras y, como vemos en este vídeo de 13′, son un extraordinario testimonio de vida alternativa, de ampliar los límites mentales, de enriquecimiento personal superando dificultades y de vida plena y sencilla:
A través de un paseo por el pueblo, una de sus moradoras nos explica los duros comienzos sin maquinaria, sin confort y sin espacios acondicionados; los progresos con las casas y las tierras; el respeto por el bosque y por conservar lo que ya había; su modo de ganarse la vida mediante trabajos especializados en rehabilitación, panadería artesana, carne ecológica y cursos; la autosuficiencia energética con molino de viento, una turbina y placas solares; la bioconstrucción y bioclimática en las casas (muestran el sistema de climatización muro Trombe); su dieta que pasó de vegetariana a incluir animales y la presencia de estos en el ciclo de la naturaleza; su economía comunitaria, su austeridad sincera porque no tienen deseo de consumir; lo mucho que se puede conseguir sin o con poco dinero y cuando la gente no tiene miedo a mancharse las manos; y su día a día de forma realista.
No será Findhorn (Escocia), ni Auroville (la India) ni Figueira (Brasil) pero Lakabe funciona, no es un caso aislado porque existen otros ejemplos de pueblos recuperados y ecoaldeas, y es una inspiración para todos los que deseen vivir de otra manera.
Es posible, pero cada uno debe encontrar su propio camino y andarlo, aunque al principio y a veces duela…
NOTA:
Importante destacar que apenas existan vídeos ni reportajes de este fenómeno en la prensa oficial española y que sea un medio extranjero el que muestre Lakabe como ecovilla. No vaya ser que descubramos que existen opciones dignas al margen de Sistema…